El
artista presenta la exposición ´La armonía en el dolor´ en la Maison
de l´Elephant, en la que presenta radiografías con su caligrafía
grabada en blanco

IBIZA | JOSÉ MANUEL PIÑA
El artista Willy Márquez se ha propuesto evolucionar en su ya conocida técnica caligráfica y la ha aplicado en una serie de radiografías en la nueva colección de cuadros que presenta a partir de hoy en la Maison de l´Elephant, de la carretera de Sant Antoni. «Yo he intervenido en todas las radiografías aplicándoles mi caligrafía en color blanco y ha quedado una cosa muy etérea, muy estética», afirma. La muestra se llama ´La armonía en el dolor´ y las pinturas de Márquez están acompañadas por poemas de su amiga, la poetisa Cecilia Sarli. «Los dos sabemos qué es el dolor y nos armonizamos», relata el pintor, que en La armonía del dolor´ ha tratado de plasmar los dolores del desamor y la soledad. En su opinión, la exposición supone «un paso adelante» en su trayectoria. «El dolor y la enfermedad viene para abrirnos el camino hacia la vulnerabilidad y la esencia y ahí es donde reside nuestra grandeza», opina Willy Márquez, que hace un año presentó su última exposición en el Club Diario de Ibiza. «Las radiografías casi no se ven, hay una que casi parece un paisaje, es algo muy poético», asegura. Todos los cuadros están enmarcacos en óvalos dorados antiguos para que el espectador «se vea por dentro».
El artista Willy Márquez se ha propuesto evolucionar en su ya conocida técnica caligráfica y la ha aplicado en una serie de radiografías en la nueva colección de cuadros que presenta a partir de hoy en la Maison de l´Elephant, de la carretera de Sant Antoni. «Yo he intervenido en todas las radiografías aplicándoles mi caligrafía en color blanco y ha quedado una cosa muy etérea, muy estética», afirma. La muestra se llama ´La armonía en el dolor´ y las pinturas de Márquez están acompañadas por poemas de su amiga, la poetisa Cecilia Sarli. «Los dos sabemos qué es el dolor y nos armonizamos», relata el pintor, que en La armonía del dolor´ ha tratado de plasmar los dolores del desamor y la soledad. En su opinión, la exposición supone «un paso adelante» en su trayectoria. «El dolor y la enfermedad viene para abrirnos el camino hacia la vulnerabilidad y la esencia y ahí es donde reside nuestra grandeza», opina Willy Márquez, que hace un año presentó su última exposición en el Club Diario de Ibiza. «Las radiografías casi no se ven, hay una que casi parece un paisaje, es algo muy poético», asegura. Todos los cuadros están enmarcacos en óvalos dorados antiguos para que el espectador «se vea por dentro».